lunes, 11 de mayo de 2009

“EL ESTADO EGIPCIO Y LOS NOMADES DEL ESTE: ¿Relación conflictiva? ”

Por Lic. Roberto Rodríguez
I. Introducción El presente trabajo se centra en un caso de relaciones interétnicas, la relación entre el Estado egipcio y las sociedades nómades, mediante el uso de las fuentes estatales egipcias que nos proporcionan indicios de la existencia de distintos sociedades étnicas reconocidas por sus etnónimos. Esos grupos nómades que interactúan con una sociedad estatal, generan los mecanismos de identificación y alterización.El poder estatal establece una práctica relacional que permite un proceso de construcción de la identidad a través de los contactos interétnicos con las sociedades pastoralistas y la utilización de los elementos míticos y religiosos.La identidad no sólo es identificación con lo idéntico, sino afirmación de sí mismo y, más importante aún, es sentido de pertenencia a ciertas condiciones y propiedades, y en el caso de lo social, a un grupo social específico[1].Se ha señalado que "la historia de la gestación y desarrollo de las etnias a lo largo de milenios y centurias, ha sido la historia de las relaciones entre distintos grupos humanos, la historia de los contactos interétnicos. Esta historia nunca estuvo desligada de las relaciones de poder, de las relaciones de pertenencia/exclusión y dominación/subordinación que se establecieron entre los hombres y que se expresaron tanto a nivel del surgimiento concreto de sociedades, naciones, civilizaciones, estados; como a nivel de las representaciones: las categorías clasificatorias que surgirán de las ideas que los grupos así constituidos tenían de sí mismos y de los demás"[2].Hay una gran variedad de definiciones de etnia, pero la más utilizada es la planteada por Dragadze: "La etnia es un sólido agregado de gentes, históricamente establecidas en un territorio determinado y que poseen en común particularidades relativamente estables de lengua y cultura y que reconocen también su unidad y diferencia respecto de otras formaciones similares (autoconciencia) y que lo expresan mediante un nombre autoimpuesto (etnónimo)"[3].La utilización de estas herramientas teóricas aportadas por las Ciencias Sociales son realmente enriquecedoras y no deben quedar al margen de los estudios de las sociedades antiguas.Estas premisas básicas son las que nos han motivado a considerar el análisis de las relaciones nómades-sedentarios, centrándonos en el caso de Egipto.Las prácticas nomádicas[4] desempeñaron un rol importante en los procesos históricos del Cercano Oriente antiguo. El desplazamiento de grupos pastoralistas ha caracterizado la vida dentro de este ámbito geográfico y ha generado variadas relaciones con las antiguas poblaciones sedentarias, las que a su vez, han dejado testimonios escritos que nos permiten determinar sus relaciones con los grupos nómades.Los aportes de las investigaciones en distintos ámbitos de la macro región Cercano Oriente antiguo, así como los estudios paleoambientales, que permiten una comprensión más clara, global y estructurada sobre las motivaciones de los movimientos de pueblos en distintos momentos de la historia de esta región, han sido valiosos para este trabajo.El tema del nomadismo en Egipto abre diversas perspectivas de estudios. El presente trabajo intentará marcar las relaciones que se establecieron entre los grupos nómades y el estado egipcio, dentro y fuera de Egipto.Temporalmente, nos circunscribiremos al período que abarca desde el Reino Antiguo hasta las postrimerías del Reino Medio. Geográficamente, se estudiará a las sociedades nómades del noreste de Egipto, es decir de la sección norte del desierto oriental, el Delta, la península del Sinaí y Palestina.
II. La noción de "frontera" Cuando hablamos de fronteras, en este caso la frontera oriental, surge la idea de un espacio donde interactúan nómades y sedentarios. Se podría decir que la frontera es un espacio poco definido, la zona hasta donde se extiende el poder del estado y es importante distinguirla del límite y del borde mismo del estado. No podemos sostener que las fronteras del antiguo Egipto tuvieran siempre un límite preciso, en el sentido, por ejemplo, de una estela marcando el punto exacto hasta donde el rey estuviera presente.En nuestra concepción actual, un borde fijo implica un acuerdo limítrofe entre estados nacionales. Trasladando esta cuestión al ámbito que estamos tratando, ¿dónde fijamos los límites del Egipto antiguo en el espectro de posibilidades desde bordes fijos a zonas poco fijas?Antes que nada, nuestros conocimientos de la naturaleza de frontera oriental derivan de las fuentes estatales. En ellas el rey-dios es lo referencial y transcribe el fundamento divino del poder político, ya sea a través de la fraseología o las escenas reales. Cuando se describe la frontera en los textos, se ve lo que el rey ve; ya que aparece siempre implícita la propaganda del fundamento de la divinidad, con una doble finalidad: por un lado persuadir y por otro documentar la ideología expresada.Como parte de su repertorio de gobierno el rey hace, establece, impone, protege y extiende sus límites, de la misma manera que él aplasta a los extranjeros y sus tierras. En una fuente, por ejemplo, dice: "impone tu límite con tus Patrullas" y más adelante "protege tu límite, construye tus fortalezas"[5].De manera que el término "frontera" es de carácter político porque indica la extensión de una persona o la influencia de un estado en el medio geográfico. Puede ser un borde móvil, flexible[6].
III. La caracterización del "otro" en los textos egipcios Pero antes de iniciar el tratamiento específico del tema, es necesario hacer algunas precisiones con relación al sentido que les asignamos a ciertos términos de particular relevancia para nuestro análisis.En las fuentes estatales egipcias existen muchos términos que hacen alusión al "otro", al nómade. Estas designaciones, resaltan, en su mayoría, la movilidad del nómade, así como el hábitat donde practica el nomadismo.El término más antiguo que se conoce es "iwntyw", que aparece desde la dinastía I a la dinastía IV. Literalmente es traducido como "troglodita", "arquero". Son mencionados en los Anales de Palermo de la dinastía V[7] y en Wadi Maghara, en el Sinaí. Los iwntyw son los nómades que habitaban en el desierto oriental, tanto del norte como del sur, es decir de Egipto como de Nubia[8]. Posteriormente se extendió su significado para designar a los nómades en general.Otro término para designar a los nómades es hryw-s, atestiguado desde la época del Reino Antiguo. Se traduce como "los que están sobre la arena", y como vemos, este término hace referencia al desierto, al hábitat natural del nómade. Geográficamente los ubicamos al noreste de Egipto.
Los s3sw (shasu) son definidos como nómades ubicados al noreste de Egipto. Nuevamente nos encontramos con un término utilizado por el estado egipcio para designar a la gente del este de Egipto, palabra que tiene relación con la movilidad del grupo nómade.Desde el Reino Antiguo, 'amu ('3mw) es definido como "asiático", "semita" o similar. Otra denominación, pero que recién se conoce desde el Reino Medio, es nmiw-s, traducido literalmente como "viajeros de la arena". Este término hace referencia a su hábitat.Estas designaciones intentan definir a los nómades por su principal característica: el movimiento y por el hábitat en donde la desarrollan. Estas fuentes egipcias hacen alusión al desierto o estepa, el lugar primordial en donde se engendra y desarrolla su vida, junto a los pozos de agua.Aquí observamos un proceso de identificación por el cual se confiere una determinada cualidad a un sujeto o grupo.Los grupos asentados en la llanura aluvial del Nilo representaban al conjunto de la sociedad egipcia, integrada en un sistema cuya estructura se basaba en la producción agrícola y su posibilidad de control por el estado, a través de centros administrativos que aseguraban a la vez la recaudación y redistribución de los recursos del país.Entonces, por sedentario entenderemos al grupo de población que posee una economía agrícola, propia de los habitantes asentados en forma permanente en el valle del Nilo egipcio, desde la primera catarata hasta el Delta.
IV. Los contactos con las sociedades pastoralistas durante el Reino Antiguo
Desde los comienzos históricos (y en la etapa prehistórica tardía), Egipto, rodeado al oeste y al este por los desiertos occidental y oriental respectivamente, y prolongándose el Delta hacia el este, en el desierto de Sinaí [9] y más allá Palestina, estuvo relacionado con los nómades, si bien esta interacción se desarrolló con matices alternativos. En los oasis del desierto occidental y en los wadis y pozos de agua del desierto oriental se desarrollaba un sistema de vida nómade, caracterizada por una economía básicamente pastoril (ganado menor). De tanto en tanto, estos grupos nómades debían ponerse en contacto con las poblaciones asentadas en el valle del Nilo para conseguir algunos productos de los que carecían (sobre todo cereales).
Durante el Reino Antiguo[10] hay una gran tradición cultural centrada en la corte, expresada en el arte monumental, en la arquitectura, y que es facilitada por la incorporación de las tradiciones regionales dentro de un marco oficial de mitos y estilos decorativos[11]. Si bien era autosuficiente, el Estado egipcio necesitó adquirir maderas y metales, considerados como materiales de prestigio, y eso lo llevó fuera de su territorio. En Wadi Maghara, las minas del Sinaí ofrecían cobre, y allí quedaron las inscripciones epigráficas de los reyes desde el Reino Antiguo, entre ellos Snefru, considerado patrono de estas minas. En Serabit el Khadim, también en el Sinaí, se obtenía la turquesa. El acceso natural a las minas de esta zona se hacía por el wadi el Tumilat[12]. No debe dudarse que en la zona minera había población nómade, como lo atestiguan ciertos asentamientos provisorios correspondientes a la Edad del Bronce Antiguo II encontrados en el sur de la península del Sinaí, relacionados, por la cultura, con la ciudad palestina de Arad[13].La explotación de las minas de cobre debe de haber conducido a un enfrentamiento con las poblaciones nómades que habitaban en la zona. En Wadi Maghara, se halló una inscripción junto a una escena donde aparece Khufu (Kheops), de la dinastía IV, matando al enemigo, tema iconográfico que perdura hasta el final de la historia de Egipto. La inscripción dice: "matando a los nómades (iwntyw)". En este caso, el nómade está representado con la barba característica de los asiáticos. También se halló en esta zona un relieve y una inscripción en la que el rey Sahure, de la V dinastía, es llamado "Vencedor de los países extranjeros, destructor de todos los países extranjeros"[14].Un testimonio significativo procede de un texto autobiográfico de un funcionario llamado Uni, de la VI dinastía:...Cuando su Majestad atacó a los asiáticos de la arena... después de destruir la tierra de 'Aquellos que están en la arena'... Se me informó de que había rebeldes por alguna causa entre estos extranjeros que viven en la 'Nariz de la Gacela'[15]... Regresé después de haberlos prendido a todos, después de aniquilar a cada rebelde que había entre ellos[16].Estas fuentes mencionadas (y otras), transforman al extranjero en enemigo, ejerciendo una forma de violencia, ya sea la muerte o la captura. Los nómades pudieron haber sido incorporados para trabajar en la explotación de las minas, ya que la actividad minera no exigiría mano de obra calificada.
Cuando el Estado egipcio se internaba en los territorios más cercanos o más alejados, habitados por poblaciones nómades, con el interés de integrar estas zonas a su esfera de influencia, traía inevitablemente un conflicto con estos grupos, que conducía al triunfo egipcio.Aquí la visión ofrecida por las fuentes estatales hacia el nómade es la de grupos turbulentos que se oponen a su avance y a los que hay que eliminar para cumplir con sus objetivos.Los elementos simbólicos están presentes en las imágenes plasmadas en las construcciones arquitectónicas ("la muerte ritual del enemigo por el rey"). Este recurso visual utilizada por el Estado es para afirmar visiblemente su superioridad y maximizar el consenso con el resto de la sociedad egipcia.. Es evidente que una función primordial del rey consiste en lograr la victoria sobre los enemigos de Egipto, los "otros". El rey cumple el papel de mediador ante los dioses, garantizando el "maat", la aplicación de la regularidad cósmica a la vida egipcia[17]. En esta época de un gobierno centralizado, fuerte y próspero, las expediciones organizadas eran llevadas a cabo, acompañadas por un ejército que garantizaba la penetración en las zonas de interés económico.Posiblemente en algunos casos difíciles, el Estado egipcio debe haber llegado a algún tipo de arreglo con los jefes de las tribus nómades[18] que merodeaban por los territorios por donde debían pasar los egipcios.Sobre los textos que presentan a los nómades como individuos agresivos, ladrones despreciables y dignos de prevención en su contra, se ha sostenido que tal imagen respondería al hecho de que los estados antiguos, autores de esos documentos, intentaban justificar así sus aspiraciones imperialistas sobre aquéllos y someterlos a tributo[19]. Esta opinión no serviría para el caso egipcio, ya que entre los nómades se requerían demostraciones de fuerza para evitar que constituyeran verdaderos obstáculos en los objetivos económico-políticos que se proponía el Estado.
V. Nómades en el Delta durante el Primer Período Intermedio Durante el llamado Primer Período Intermedio, que se extiende desde fines de la dinastía VI a la X, Egipto está debilitado políticamente. El largo reinado de Pepi II así como ciertos factores ecológicos y climáticos, ambos conjuntamente, provocaron en la historia de Egipto una de las situaciones más extremas y caóticas. El poder central se derrumbó. Las estructuras se modificaron, Egipto se desmembraba en luchas internas.Es una época de crisis, la primera gran crisis de la historia de Egipto. Es una época en que el orden político, económico y social establecido firmemente durante el período anterior, el Reino Antiguo, se rompe[20].La política del gobierno había sido siempre la protección de sus fronteras orientales y occidentales contra los nómades, asiáticos y libios, que merodeaban siempre cercanas al Delta. Esta zona ofrecía excelentes pastos y agua abundante para las tribus del desierto. Y fue en oportunidad del debilitamiento del poder real que éstas comenzaron a penetrar en territorio egipcio, carente de protección. "Se debe a una causa interna la penetración de los asiáticos y nada tiene que ver con una invasión"[21], aun cuando como dice Bell[22] no podamos dejar de lado la falta de lluvias sobre las fuentes africanas central y oriental del Nilo, a fines de la fase húmeda del Neolítico, que debe haber producido bajantes en los niveles del Nilo, afectando tanto a la población sedentaria como a la nómade[23].No existe evidencia arqueológica en las tumbas y sitios del Primer Período Intermedio que confirme lo que las fuentes literarias que analizaremos[24], las "Admoniciones de Ipuwer", la "Enseñanza para Merikara", y "La Profecía de Neferty", dicen sobre la penetración de asiáticos en el Delta durante esta época.La "Enseñanza para Merikara", de la dinastía IX[25], expresa muy claramente el sentimiento del egipcio hacia el nómade. Lo define de la siguiente forma:Pero esto debería decirse al Arquero:[26] Mira el miserable asiático es desgraciado a causa del lugar donde está, escaso de agua, desprovisto de madera, sus senderos son numerosos y difíciles a causa de las montañas. No habita en ningún lugar el alimento impulsa sus piernas, lucha desde el tiempo de Horus sin conquistar ni ser conquistado. No anuncia del día de combate como un ladrón que actúa por sorpresa[27].Esta descripción nuevamente destaca la característica de sus movimientos y el hábitat donde mora. También sobresale su carácter de imprevisto e inasible. En fin, son descriptos como nómades que merodeaban en la zona periférica, en un medio ecológico que no les era favorable y que por esa circunstancia posiblemente fueran vistos como elementos con tendencia a infiltrarse en las zonas fértiles del Nilo.En otro pasaje se manifiesta más claramente aún la hostilidad hacia los asiáticos:
Hice que el Bajo Egipto los atacara, capturé a sus habitantes, tomé su ganado hasta que los 'amu aborrecieron a Egipto...No te preocupes por él, el asiático es un cocodrilo en su playa; arrebata de un camino solitario, pero no puede tomar una ciudad populosa. Los egipcios, de acuerdo a esta fuente, consideraban que los pastores nómades no constituían una amenaza ante un estado fuerte. Esos extranjeros, cuya organización social y sus condiciones de vida a menudo dependían del propio estado egipcio, intentaron ingresar en el territorio egipcio pero sin convertirse en una amenaza. No obstante, constituían un problema en momentos de crisis del poder estatal y desorganización del sistema de control social y de fronteras.La siguiente fuente, "Exhortaciones de Ipuwer", de la dinastía VI[28], que son las lamentaciones de un anciano que ve pasar ante sus ojos el desmembramiento de Egipto bajo la indiferencia del rey y las luchas sociales, atribuye a los nómades parte de la culpa de esta revolución social. Dice:...En verdad, el desierto está en todo el país, los nomos están asolados y extranjeros bárbaros han venido al Egipto...en medio de ello como asiáticos...Las costumbres de allí han cesado para ellos. No se encuentra a los que se levantarán y los protegerán...Todo hombre lucha por su hermano y se protege a sí mismo. ¿Son nubios? Entonces nos protegeremos. Los guerreros se multiplican para repeler a los arqueros[29]. ¿Son libios? Entonces volveremos a derrotarlos. Los medyau (md3y)[30] están satisfechos en Egipto. ¿Cómo es que todo hombre ha llegado a matar a su hermano? Las tropas que reclutamos para nosotros se han vuelto enemigas (lit.: arqueros) y han caído en la subversión. Lo que ha ocurrido a causa de ello es hacer saber a los asiáticos sobre la condición de la tierra.La fuente representa una evaluación de la situación con respecto a la relación de Egipto y sus vecinos: nubios y libios no constituyen un verdadero peligro y tradicionalmente han podido ser controlados. Las tropas auxiliares de medyau, reclutadas por los ejércitos locales durante el Primer Período Intermedio, gozan de una situación favorable en Egipto. El verdadero problema reside en la situación interna y los asiáticos, que se han aprovechado de ella.Indudablemente, esta fuente exagera el impacto de los extranjeros. Es una infiltración más que normal en Egipto, pero nunca una invasión organizada, ya que tal movimiento pudo haber traído desastre en áreas locales pero no pudo haber derrumbado el estado egipcio[31].
Estas fuentes literarias analizadas son valederas pues nos permiten penetrar en el campo de las representaciones mentales, expresando aspectos elaborados de la autoconciencia y de la alteridad étnica, las distinciones respecto del "otro".Y la "Profecía de Neferty"[32], de la dinastía XII, parece aludir a los hechos mismos a que hace referencia Ipuwer. Describe la situación que causa la entrada de los asiáticos a Egipto:Describiré lo que está ante mí, no presagiaré lo que no viene; seco está el río de Egipto, se cruza el río a pie; se procura agua para que los barcos naveguen; habiéndose tornado su curso en playa. La playa será cubierta por agua, el lecho del río en playa. El viento sur se opondrá al viento norte, al cielo le faltará el viento único[33].Aquí se evidencia una catástrofe ecológica. Estas adversidades que afectaban a la sociedad egipcia, eran mayores en la sociedad pastoralista por su menor capacidad de absorción de los problemas de sequía y falta de agua. La capacidad de adaptación del sedentario, cuya actividad económica productiva es más diversificada, por cuanto son múltiples las actividades a las que se puede dedicar en caso de crisis, lo hacía menos vulnerable.Y continúa la "Profecía de Neferty" atribuyendo a los nómades la causa de sus desgracias:...Un pájaro de origen extranjero incubará en los pantanos del Delta, después de haber hecho su nido en la vecindad de los hombres... el país está sumido en la miseria, a causa del alimento que es tomado por los asiáticos que recorren el país.Pero he aquí que surgirá del sur un rey llamado Ameny, justificado. Es un hijo de una mujer de Tasety, es un hijo del Alto Egipto...Los asiáticos caerán ante su llama...Se construirán los Muros del Príncipe (que viva, esté próspero y sano), y ya no se permitirá que los asiáticos desciendan a Egipto. De aquí en adelante pedirán agua al modo habitual, para permitir beber a sus rebaños. El derecho volverá a su lugar, la iniquidad habiendo sido echada afuera...[34].Es decir que con la construcción del llamado "Muro del Príncipe", se ampliarán las defensas del este, para evitar la entrada de los nómades y entonces, como siempre fue, los nómades vendrán a solicitar permiso para abrevar su ganado.En general, estas fuentes que describen la situación de Egipto durante el Primer Período Intermedio, tienen la tendencia a externalizar los problemas, pues son reacias en asignar las causas a males internos, y los nómades son vistos como los verdaderos culpables.Además debemos tener en cuenta que la "Profecía de Neferty" repite los esquemas de las "Admoniciones de Ipuwer", pues es sólo un recurso literario para introducir el objeto último al texto, la propaganda favorable a la nueva dinastía, la XII, cuyo fundador es Amenemhat I, el Ameny de la profecía.Fue la decadencia del estado la que impidió ejercer un control efectivo sobre los desplazamientos nómades, aunque existiera un problema ecológico que afectara tanto a los grupos sedentarios como a los nómades. Son las barreras que debieron contenerlos las que se habían derrumbado.Kupper decía al respecto: "Desde el punto de vista histórico, el rígido esquema de las oleadas sucesivas de invasiones nómades se hace manifiestamente caduco. En el lugar de las olas que crecen a intervalos periódicos para inundar la Media Luna Fértil, es la imagen de un río que sin duda tiene sus momentos de crecida y de estiaje, pero que no cesa de fluir y que no espera más que la primera brecha para derramarse en la llanura. La solidez de los diques se convierte aquí en el factor decisivo, en otros términos el vigor y la obstinación de la resistencia ofrecida por los sedentarios, y no impulsos más lejanos venidos del exterior. En resumen, si el nomadismo depende del clima, depende de las condiciones físicas, los movimientos del nomadismo están, ellos, esencialmente ligados a las condiciones políticas"[35].
VI. El impacto de los cambios ecológicos-climáticos en la sociedad nómade Como ya hemos dicho, los nómades, más que los sedentarios, debían sufrir las consecuencias de los cambios ecológicos y climáticos. Sin embargo, no debemos atribuir todo a los cambios ambientales, pues es bien sabido que el mal uso de la tierra así como las actividades del hombre que no impliquen, como el pastoreo, una renovación del suelo, lleva a la erosión y a la desertización.Muchas de las crisis sufridas por los nómades bien pueden haber sido de este tipo. Los rebaños (cabras y ovejas) sacan las raíces de las hierbas que comen y producen el empobrecimiento del suelo, pues no permiten regenerar las hierbas, así como también un gran incremento del ganado, que si no es vendido a la sociedad sedentaria, lleva inexorablemente a la pauperización del suelo, al abandono del territorio del nómade y, en algunos casos, a la sedentarización. Es en esta ocasión que contamos con una fuente sumamente ilustrativa, correspondiente al momento del Reino Medio, época que analizaremos posteriormente: "Los Despachos de Semnah".
En esta época, los movimientos de los medyau (md3y), grupo nómade del desierto oriental, son registrados por estos despachos, enviados desde esta fortaleza de la Segunda Catarata a Tebas, informando acerca de los desplazamientos de este grupo nómade, así como ejerciendo un control de la circulación de mercaderías que debían comerciar estos grupos de nómades y el Estado egipcio. Uno de estos despachos, el Nº 5, nos dice:...dos hombres md3y y tres mujeres md3y y dos...bajaron desde el desierto...Ellos dijeron: 'Hemos venido para servir en el Palacio, ¡que viva, esté próspero y sano!' Se hizo una pregunta respecto de la condición del desierto. Entonces ellos dijeron: 'No hemos oído nada en modo alguno, (pero) el desierto está muriendo de hambre', así dijeron ellos. Entonces este siervo hizo que fueran devueltos a su desierto en este día...[36].Este documento nos permite observar que estos puestos fronterizos que informaban acerca de los movimientos de los nómades, controlaban también su ingreso al territorio egipcio. Y a su vez obtenían información acerca de las condiciones en que se hallaba el hábitat ocupado por estos medyau. En éste se nos informa que "el desierto está muriendo de hambre", referencia a un problema ecológico originado por cambios climáticos o mal uso de la tierra.El nómade, siempre en equilibrio inestable entre su hábitat y sus medios, intenta ingresar a la sociedad egipcia para desarrollar algún tipo de actividad no calificada (trabajo en minas o tareas domésticas), llegando por este medio a sedentarizarse[37]. Esta fuente es un ejemplo respecto de la actitud del Estado egipcio frente al nómade, que asume la decisión de aceptarlos o no. La dramática situación que se desprende de textos como las "Lamentaciones de Ipuwer" y la "Profecía de Neferty", fuentes que atribuyen la crisis del poder central de Egipto a la penetración de los nómades en su territorio, se minimiza frente al ejemplo documentado.
VII. Integración de nómades en la sociedad egipcia durante el Reino Medio El Reino Medio se caracteriza por la reconsolidación o revitalización del poder real, después de la lucha por la unidad del país y corresponde a las dinastías XI y XII. La política exterior es de carácter agresivo, con el propósito de extender su esfera de influencia a las regiones vecinas[38].
Las fuentes egipcias del Reino Medio que analizaremos son bastante significativas y completas pues nos ofrecen la manera en cómo nómades pastoralistas ingresaron a Egipto y cómo se insertan en la sociedad egipcia durante este período. El término que prevalece en estas fuentes para designar al nómade es 'amu, que sirvió para designar tanto al nómade o seminómade de Asia como al asiático que, habiendo ingresado a Egipto de diferentes maneras, se encuentra ya incluido dentro de la estructura social del estado egipcio.Entre los textos que mencionan a 'amu que viven en Egipto están:- "Papiros de Kahun": Dentro de este grupo de documentos encontramos un texto de carácter administrativo que contiene una lista del personal que presta servicios en el templo funerario de Sesostris II en Illahun y que participa en la celebración de una fiesta. En la lista figuran los 'amu desempeñándose como acróbatas, cantantes y bailarines. El hecho de participar en una fiesta religiosa con un oficio determinado, además de habérseles asignado un nombre egipcio, revela que estos 'amu ya ocupaban una posición definida dentro de la sociedad egipcia. No obstante, en la lista se los diferencia de los egipcios, ya que conservan su denominación de 'amu, que precede al nombre asignado y que los identifica como extranjeros, por ejemplo, entre los acróbatas "el 'amu Kha-Kheper-ra"[39].Estos extranjeros, con funciones en el templo de Sesostris II, quizás fueron enviados como "presente" al rey egipcio por un príncipe asiático. Sería un acto de reciprocidad en retribución por algún favor otorgado por el soberano egipcio, como "expresión de sometimiento a su poder o, simplemente, como una forma de mantener una situación de equilibrio en las relaciones amistosas imperantes con Egipto"[40]. También se podría sostener la opinión de que eran cautivos llevados a Egipto como botín de guerra y, luego, debido a habilidades personales, pasaron a prestar servicios en otro sitio, por ejemplo en algún templo o fundación piadosa, alcanzando una mejor situación dentro de la estructura del estado.Otra posibilidad sería que su llegada a Egipto se debiera a un tráfico de mano de obra de Palestina al valle del Nilo, como indicaría la fuente "Inscripción de Amenemhat I", atestiguándose que Egipto llevó a cabo expediciones organizadas por necesidades específicas que eran artículos y mano de obra[41].Otro documento, de carácter legal, del reinado de Amenemhat III hace constar que se ceden, o dan en propiedad a "4 'amu". Aquí se registra que un funcionario egipcio "dio en propiedad" a su hermano todas sus propiedades en el campo y en la ciudad y a todos sus dependientes; que posteriormente esos extranjeros fueron cedidos en propiedad a su esposa.Ignoramos qué tipos de tareas debían desarrollar estas personas venidas de Asia. No obstante vemos perfectamente que esos cuatro 'amu están privados de su libertad y que pueden ser cedidos por sus señores cuantas veces quieran y a quien deseen. Podemos suponer que eran empleados en el servicio doméstico o bien que estaban destinados a algún oficio en particular.- "Papiro Brooklyn Nº 35.1446". Este papiro, publicado por Hayes[42], contiene la copia de un decreto real que autoriza la transferencia de un grupo de servidores a un nuevo propietario. Esta lista contenía 95 nombres de servidores, con una mayoría de origen asiático. Esta mayoría de servidores nombrados en la lista del Papiro Brooklyn son 'amu. Esta notable diferencia de proporción numérica con los servidores egipcios no se da en el caso de los hombres, entre los cuales por el contrario hay una mayoría egipcia, sino entre las mujeres. Esto nos lleva a concluir que las servidoras asiáticas eran bien vistas presumiblemente debido al tipo de tareas que realizaban.Además de la lista surge que todas las tareas relacionadas con la tejeduría son desempeñadas casi exclusivamente por estas extranjeras. "Es probable que en Palestina las mujeres 'amu hubieran alcanzado una cierta especialización en la manufactura de la lana, convirtiéndola en un producto de comercialización apreciado por los egipcios. Esta situación pudo haber llevado a que a una primera importación de textiles siguiera una importación de mano de obra extranjera especializada cuando, en el Reino Medio, Egipto recuperó su posición hegemónica frente a Palestina"[43].Con respecto a los hombres 'amu, los vemos aquí desempeñando diversos oficios: cervecero, cocinero y el caso aislado de un pedagogo. El trabajo agrícola, en cambio, está reservado a los egipcios[44].Los oficios desempeñados por estos extranjeros indican una cierta especialización y pudieron representar el primer paso hacia una mejor posición en la escala social egipcia[45].- "Inscripciones del Sinaí". En algunas de las inscripciones rupestres encontradas en las zonas de explotación de canteras por parte de Egipto. Un sacerdote lector principal y escriba y un mayordomo están mencionados explícitamente como 'amu en las inscripciones Nº 123 y 112 respectivamente[46].
La presencia de extranjeros en la estructura de la administración egipcia, aunque se trate de ejemplos aislados, revela que ya en el Reino Medio pudieron existir funcionarios jerárquicos de origen asiático.- "Escarabajo". En el Delta, específicamente en Tell el-Daba, se ha encontrado un sello en forma de escarabajo[47] en una tumba perteneciente al Bronce Medio II A 3/B1[48].Según Bietak, el sello puede datarse en la época de las dinastías XIII o XIV. Aunque el enterramiento correspondía a un asiático, según el autor el escarabajo no habría pertenecido al propietario de la tumba. En el reverso del escarabajo está la siguiente inscripción jeroglífica, cuya traducción sería: "Delegado del tesorero, el 'amu"[49]. Lo más relevante es que, a través de la inscripción del escarabajo, podemos encontrar una nueva mención de un 'amu integrado a la sociedad egipcia en un cargo dentro de la administración estatal.- "Inscripciones de la tumba Nº 3 de Beni Hasan". Esta tumba que perteneció a un nomarca coetáneo de Sesostris II, se encuentra la inscripción que dice lo siguiente:En el año 6, bajo la Majestad de Horus 'Seshemtawy', el Rey del Alto y Bajo Egipto 'Kha-Ka-ra'. Lista de asiáticos que trajo el hijo del nomarca Khnumhetep II a causa de la pintura negra de ojos. Asiáticos de Shw(t): su número...37[50].De esta inscripción se extrae la idea de que el hijo del nomarca fue a buscar kohol a Shwt y que además trajo con él, al regresar a Beni Hasan, a 37 'amu. La inscripción no especifica la forma en que estos extranjeros ingresaron a Egipto.Una manera que adopta el Estado egipcio para absorber a grupos pastoralistas es incorporarlos al ejército egipcio, sea del rey-dios o de un nomarca [51]. Este hecho a su vez favorecía a los egipcios, pues engrosaban sus filas con mercenarios y al mismo tiempo alejaba el peligro de futuras incursiones de aquéllos con fines de penetración.En vista de estas fuentes analizadas, podemos decir que los egipcios no eran reacios, cerrados frente al extranjero, pues observamos su inserción en la estructura de la sociedad estatal por diferentes vías. La fluidez de las relaciones interétnicas y las filtraciones de grupos nómades generaron fronteras étnicas permeables.
VIII. Los nómades fuera de Egipto
Las fuentes analizadas mostraban a los 'amu ocupando un lugar dentro de la sociedad egipcia, realizando determinadas tareas. En las siguientes fuentes observamos a los nómades mencionados como extranjeros:- "Textos de Execración": Estos textos, corresponden a los siglos XIX-XIII a.C., en el Reino Medio. Durante el transcurso de este período los egipcios practicaron actos mágicos para contrarrestar la acción de sus enemigos reales o posibles. Estos ritos se llevaban a cabo escribiendo los nombres de nubios, asiáticos, libios y egipcios hostiles sobre vasos de cerámica que luego se rompían, o en estatuillas de arcilla que se enterraban, a veces dentro de sarcófagos en miniatura. Algunas figuras que representaban a cautivos de zonas limítrofes, se hacían de cera y por lo tanto se las quemaba. Todo esto se hacía porque los egipcios pensaban que de esta manera destruían el poder de sus enemigos[52].A través de esto podríamos decir que la visión egipcia sobre estos extranjeros era de pueblos que podrían ocasionar problemas serios a los egipcios.- "Inscripción de Amenemhat II proveniente del templo de Ptah en Menfis". Debajo de uno de los colosos de Ramsés II ubicado delante del templo de Ptah en Mith Rahine, se descubrió una larga inscripción que sería un fragmento de los Anales de Amenemhat II, datada en el primero de los 35 años de gobierno personal de este rey.Están detallados el botín obtenido de Asia, luego de una campaña a esa zona, como también tributos y productos traídos de una expedición al Líbano. Dentro de esta nómina aparecen mencionados 'amu en varias ocasiones. Se los encuentra registrados junto a otros productos tales como metales preciosos, animales y galena. O sea una forma de ingreso de estos extranjeros era como tributo. El texto dice:Tropa de asalto enviadas para arrasar....Número de cautivos vivos traídos de estos países extranjeros: 'Amu: 1554[53].Esta inscripción (y otras), confirma la política de la dinastía XII tendiente a la apropiación de bienes de prestigio a través del tributo, relaciones comerciales o saqueo.De acuerdo con esta fuente, al menos parte de los grupos pastoralistas que ingresaron a Egipto lo habrían hecho como resultado de la política exterior, de carácter bélica, desarrollada por el Estado egipcio.En los textos oficiales de esta época, se incorporan una serie de estereotipos que caracterizan a la figura del rey como héroe invencible. Por ejemplo, en uno de ellos se exalta al rey:
Es un valiente cuando se enfrenta a los orientales. Su gozo es capturar a los bárbaros. Aferra su escudo y pisa al enemigo. No repite el golpe porque mata. No hay nadie que pueda alejar su flecha. Nadie que pueda tensar su arco. Los bárbaros huyen ante él.Se polariza claramente la actitud del Estado hacia los no egipcios, identificados como bárbaros. La imagen de un rey victorioso es un modo de definir al "enemigo". - "El cuento de Sinuhé". Esta fuente, elaborada en el Reino Medio, es el relato de un funcionario egipcio contemporáneo del gobierno de Sesostris I, que, para no verse envuelto en la conspiración que llevó a la muerte de Amenemhat I, huye a Palestina, en donde permanece hasta su vejez. Algunos párrafos dicen lo siguiente:...Entonces tomé rumbo hacia el norte. Alcancé los 'Muros del Príncipe', construidos para repeler a los asiáticos y para aplastar a los habitantes del desierto. Me agazapé en un arbusto por temor a ser visto por el guardia que estaba sobre el muro... Este servidor partió hacia el sur. Me detuve en los 'Caminos de Horus'. El comandante al mando de la guarnición envió un mensaje a la Residencia para hacer saber esto[54].Las partes extraídas de este documento, son verificadas gracias a los hallazgos arqueológicos del sur de Palestina y norte de Sinaí, que revelan el desarrollo alcanzado por la arquitectura militar defensiva en el Egipto de esta época[55].También se caracterizan las condiciones de vida de estos 'amu, cuando el rey otorga su perdón a Sinuhé, le permite regresar a Egipto y describe la forma de enterramiento propia de los 'amu:...no morirás en el extranjero; los 'amu no te enterrarán; no serás envuelto en la piel de un carnero utilizada como ataúd...[56].O sea, estos datos caracterizan el sistema de vida nómade de estos 'amu. También en este relato se constata la presencia o contrapartida de un flujo de población separada de la sociedad egipcia e integrada a la nómade:...La gente de Egipto que estaba allí junto a él testificaba por mí...La presencia de estos egipcios entre los nómades es un claro indicio de una convivencia pacífica entre los grupos.
IX. CONCLUSIONES
La visión del Estado egipcio respecto del nómade respondió a su actitud general frente a lo ajeno, a lo "otro". Las fuentes que hacen referencia al nómade resaltan su calidad de extranjero, diferente del egipcio. El nómade aparece bien diferenciado por sus principales características que son la movilidad y el hábitat en donde la desarrolla, el desierto.Si bien autosuficiente, la necesidad de bienes de prestigio hizo que el Estado se contactara con las poblaciones nómades, desembocando, en algunos casos, en enfrentamientos armados o llegando a algún tipo de acuerdo con los jefes tribales, para circular por sus territorios.Los "otros", de acuerdo a la concepción del Estado egipcio, son los que se colocan alrededor del cosmos egipcio, los grupos nómades, que habitaban en las regiones periféricas.Las acciones de fuerza contra esos "bárbaros", son vistas como intervenciones contra "rebeldes" o fuerzas descompuestas que comprometen el orden. El Estado tiene el deber de proteger a Egipto. Las sociedades nómades intentaron superar la frontera impuesta por el Estado egipcio, ya sea para prestar servicios dentro de la estructura estatal, o para utilizar las pasturas y fuentes de agua, ricos recursos naturales de Egipto.Cuando el Estado atravesaba una etapa de crisis (el denominado Primer Período Intermedio), los nómades eran vistos como los causantes de sus desgracias. De acuerdo a lo analizado, sólo en períodos de debilidad política, se incrementó la entrada de nómades en búsqueda de mejores suelos, por falta del control estatal.Los cambios ecológicos no conducían necesariamente a un ingreso de nómades en las zonas de Egipto. Sólo si las fronteras se debilitaban a causa de una compleja conjunción de factores, destacándose los de orden político, se intensificó el flujo de población nómade hacia el valle del Nilo.El estado nunca necesitó al nómade para satisfacer sus necesidades económicas, aunque lo haya utilizado. No dependía de él, porque tenía una economía de actividades diversificadas y complementarias.Las fronteras étnicas fueron permeables, generadas por los constantes pasajes y filtración de grupos étnicos (nómades en la sociedad estatal o, como hemos visto, la presencia de egipcios integrados en las sociedades tribales). Estos nómades se insertaban en la sociedad egipcia, cuando el Estado lo permitía, a través de distintas maneras (en la administración estatal, en el ejército, en las tareas domésticas). Aquí el Estado cumplía el rol de regulador de la tensión existente entre las sociedades nómades y su habitat.
Esto lleva a dejar de lado la imagen tradicional de una sociedad egipcia estática, cerrada. La permeabilidad de esas fronteras étnicas estaría dada por la antigüedad de las relaciones interétnicas, pues la presencia del nómade siempre fue una constante.
Notas de pie de página [1] SANCHEZ NAVARRETE, R., Cerámica y etnicidad. Una aproximación al estudio de las formas culturales como expresión de lo étnico, en Boletín de Antropología Americana Nº 22, México, 1990.[2] TAMAGNO, L., La construcción social de la identidad étnica, en Cuadernos de Antropología Nº 2: Identidad e identidad étnica. Universidad Nacional de Luján. Eudeba, 1988, p.52.[3] RENFREW, C./BAHN, P., Arqueología. Teorías, Métodos y Prácticas. Ed. Akal, Madrid, 1993, p. 177.[4] Se entiende por nomadismo a una forma económica basada en la cría de ganado menor (especialmente ovejas y cabras) que se mueve en espacios geográficos restringidos, espacio que limita con asentamientos sedentarios (aldeas, ciudades).[5] En la "Enseñanza para Merikara", analizada más adelante.[6] "Pero suponiendo que pueda encontrarse alguna forma de delimitar con cierta garantía de veracidad la ubicación de las fronteras, no cabe duda de que cambiarán de una época a otra bajo la influencia de las condiciones climáticas, económicas, políticas y sociales" (RENFREW C., Arqueología y Lenguaje. La cuestión de los orígenes indoeuropeos. Ed. Crítica, Barcelona, 1990, p. 121).[7] LUPO de FERRIOL, S., Los nómades y Egipto: sus relaciones en el Delta, Sinaí y Palestina. Univ. de Buenos Aires-IHAO, 1990, Buenos Aires, p. 8.[8] El rasgo esencial de esta zona es la cadena de colinas y montañas que separan el valle del Nilo del mar Rojo. Estas colinas posibilitan una ligera precipitación anual, cuya intensidad y regularidad se incrementa cuanto más al sur. Gracias a la precipitación, en los wadis existen pozos, vegetación. (KEMP, B., El Imperio Antiguo, El Imperio Medio y el Segundo Período Intermedio, en TRIGGER B.-KEMP B, y otros. Historia del Egipto Antiguo. Ed. Crítica, Barcelona, 1985, p. 158).[9] La barrera natural del desierto del Sinaí no protegía a Egipto de los nómades que lo habitaban y lo dejaba expuesto a la penetración de enemigos que podían llegar bordeándolo a lo largo de la franja costera del Mediterráneo.[10]El Reino Antiguo es la cristalización o consolidación de un proceso político, económico, social y cultural, que comenzó con el surgimiento del Estado hacia el 3000 a.C.[11] KEMP, B., El Antiguo Egipto. Anatomía de una civilización. Ed. Crítica, Barcelona, 1992, p. 117.[12] REDFORD D., Egypt, Canaan and Israel in Ancient Times. The American University in Cairo Press, El Cairo, 1995, p.34. El registro más antiguo de una expedición a las minas del Sinaí es del reinado de Sanakht, de la III dinastía (STEVENSON SMITH, The Old Kingdom in Egypt and the beginning of the First Intermediate Period, en CAH,I, cap. XIV.[13] AMIRAN R./BEIT-ARIEH,Y y GLASS, J, The interrelationship between Arad and sites in Southern Sinai in the Early Bronze Age II, en IEJ 23 (1973), pp.193-197. Según Oren el predominio de material egipcio en el norte del Sinaí y la cantidad de cerámica egipcia del sur de Canaán testimonian la activa política exterior seguida por el nuevo poder centralizado en esta última área. Al mismo tiempo se apoya en la considerable cantidad de material cananeo hallada en tumbas egipcias y la cerámica cananea en los asentamientos del norte del Sinaí. Oren concluye que el Estado egipcio en el Período Protodinástico Temprano utilizó al norte del Sinaí como un trampolín para su avance en el sur de Canaán. También sostiene que estos contactos fueron intensivos durante la I Dinastía y después se volvieron mínimos o se interrumpieron, a juzgar por la ausencia de material egipcio. Asimismo la escasez de cerámica egipcia del EBA II en sitios de trabajo del metal en el sur de Sinaí sugieren que el estado dinástico no tuvo acceso a las minas de cobre y no las explotó sistemáticamente hasta la III dinastía. El flujo constante de productos egipcios hacia el este, y luego hacia el nordeste, sería un indicio de actividad comercial sobre una base local, que escaparía al control de una estructura política centralizada. (OREN, E., The overland route between Egypt and Canaan, en IEJ 23, 1973, pp. 198-205).[14] BRESCIANI, E., El extranjero, en DONADONI S. y otros, El hombre egipcio, Ed. Alianza, Madrid, 1991, p. 255.[15] Area específica de Palestina.[16] 'IBADA AL-NUBI, Sheik, El soldado, en DONADONI S. y otros, Op. cit, 1991, p. 182.[17] En la mentalidad egipcia, la intervención contra los elementos caóticos es una acción obligada por parte del rey, garante del orden universal ante la divinidad, mientras que los perturbadores (los pueblos no egipcios situados al sur, al este o al oeste de Egipto) son "vencidos" por definición, ya antes de combatir. (BRESCIANI E., op.cit., 1991, p.249).[18] Posiblemente una acción armada egipcia fue consecuencia de la ruptura de algún pacto circunstancial entre el Estado egipcio y los nómades. Es muy difícil que los egipcios realizaran actividades económicas fuera de sus territorios sin pactar con la población nómade (LUPO de FERRIOL, op.cit., 1990, p.15).[19] BRIAN, P., Etat et Pasteurs Au Moyen-Orient ancien, Cap. I, Paris, 1982, pp. 43 ss.[20] Para Kemp el Primer Período Intermedio es una época en la que se produce un desequilibrio entre la corte y las provincias que compiten por los recursos de ésta. (KEMP, op.cit. pp. 147 ss.); CASSIN, E.-BOTTERO, J.-VERCOUTTER, J., Los Imperios del antiguo Oriente, I. Ed. Siglo XXI, México, 1975, pp. 259 ss. [21] WARD, W.A., Egypt and the East Mediterranean world (2200-1900). Studies in Egyptian Foreign relations during the First Intermediate Period, 1971.[22] Esta investigadora, astrónoma de Harvard, ha señalado la importancia de las fluctuaciones climáticas como un factor determinante en la historia de Egipto y del Cercano Oriente en la Antigüedad. Plantea una hipótesis amplia que trata de explicar las épocas de grandes cambios (2200-2000 a.C. y 1200-900 a.C.) en la historia del Cercano Oriente antiguo con base en cambios climáticos que habrían afectado a una amplia zona que se extendió desde Grecia a Mesopotamia y Elam y desde Anatolia a Egipto. La primera "época oscura" habría comenzado en Egipto c. 2.200 a.C. y coincidiría con el fin del período acadio y la destrucción de ciudades en Siria, Palestina y Anatolia, inclusive de la Troya II de Schliemann y de centros en la Argólida, y tal vez con la declinación de la civilización del valle del Indo.No está de acuerdo con la óptica tradicional que atribuye al debilitamiento del gobierno central y a la guerra civil la falta de control de las inundaciones y el descuido del sistema de irrigación y, por ende, las secuelas de escasez, hambre y desorden social. En cambio (según Bell), fue la sequía, causada por las inundaciones insuficientes del Nilo por la disminución de las lluvias en la región de sus fuentes, la que provocó la crisis que acabó con un gobierno central debilitado, incapaz de enfrentar con éxito el problema. En otras palabras, plantea si aun un sistema burocrático centralizador, en momentos de funcionamiento óptimo, como el del Reino Antiguo, podía resistir el impacto de largos períodos de condiciones ecológicas críticas. (BELL, B. The Dark Ages in Ancient History. The First Dark Age in Egypt, en AJA 75 (1971), pp. 1-26.[23] LIVERANI M., Variazioni climatique e fluttuazioni demografiche nella storia siriana, en Or.An. 6 (1988), pp. 80ss.; REDFORD, op. cit., 1995, p. 62.[24] Las fuentes literarias presentan serios problemas en su utilización para la reconstrucción histórica de un período; sin embargo, no es posible prescindir de ellas para ciertas épocas, y más aún, estas fuentes son a veces los pilares de la reconstrucción, como es el caso de la "Enseñanza para Merikara" y la historia del Primer Período Intermedio durante la época heracleopolitana (DANERI, A, Las dinastías VII-VIII y el período heracleopolitano en Egipto. Problemas de reconstrucción histórica de una época de crisis, Colección Estudios 3. Anexos de REE, Buenos Aires, 1992, p. 53). Björkman ha destacado las limitaciones impuestas a una reconstrucción histórica por la utilización necesaria de las fuentes literarias. Por lo general, las fuentes literarias llegan hasta nosotros después de un largo período de transmisión, a través de copias muy posteriores, lo que dificulta la atribución a una época determinada, ya que las copias sucesivas se "contaminan" con formas y giros propios del momento y no es posible efectuar en ellas, como en las inscripciones en monumentos, estudios paleográficos para determinar la época original de la composición (BJÖRKMAN, Egyptology and historical method, en Or. Suec. XIII, 1964, pp. 9-33).[25] Este texto, de época heracleopolitana, está presentado en forma de instrucción dada por un rey a su hijo y sucesor. Es una fuente literaria más valiosa, pues presenta una descripción de la realeza del período de crisis que descubre preocupaciones ético-religiosas respecto de la monarquía. Por otra parte, su descripción de la situación política del Delta es única: ninguna otra fuente contemporánea y posterior contiene referencias concretas sobre el norte de Egipto en esta época. (WARD, op.cit., 1971, pp. 22-41; DANERI, op.cit., 1992, p. 61).[26] Término asignado para el nómade.[27] LICHTHEIM, M, Ancient Egyptian Literature, Tomo I, pp. 97-109; REDFORD, op.cit., 1995, pp. 67-68.[28] Se conserva en un papiro (de la época del Reino Medio) que guarda el Museo de Leiden. Falta la primera parte y el final del texto está muy arruinado. Se compone de varias secciones anafóricas ("En verdad", "Ved", "Destruido está", "Recordad"), con las que el sabio egipcio Ipuwer enfatiza en su discurso el estado catastrófico del país, para desembocar al final en los reproches a Ra (ROSENVASSER, A., Reproches a Ra por la injusticia de los hombres, en Cuadernos del Sur Nº 4, 1981, p. 222).[29] En este caso los arqueros nubios.[30] El empleo de soldados nubios en el ejército egipcio, al servicio del gobierno central, está atestiguado desde el Reino Antiguo (DANERI, op.cit., 1992, p.110; 'IBADA AL-NUBI, op.cit., 19).[31] WARD, op.cit., 1971, p. 39.[32] La "Profecía de Neferti" presenta afinidades de contenido con las "Admoniciones de Ipuwer". El texto completo es conocido a través de un manuscrito de la dinastía XVIII y de tablillas y ostraca del Imperio Nuevo. Es una fuente "post eventum", pues ubica artificialmente los hechos en el pasado, en la época del fundador de la dinastía IV, Snefru. Neferti, un sacerdote lector, "profetiza" sobre lo que sucederá, los males de un período cuya proximidad no es precisada y el anuncio de la llegada de un salvador, punto que constituye el objeto central de la obra.[33] LICHTHEIM, op.cit, pp. 141-143.[34] Fuentes egipcias Nº 23 "La Profecía de Neferty". IAHO-UBA, Buenos Aires, 1980, pp. 5 ss.[35] KUPPER J., Le Rôle des nomads dans l'histoire de la Mesopotamie ancienne, en JESHO 2 (1959), pp. 120 ss.[36] SMITHER, P., The Semnah Despatches, en JEA 31 (1945), p. 3-10.[37] ROWTON, op.cit., 1982, pp. 28-29.[38] En las inscripciones del Reino Medio se mencionan a menudo y hasta se describen las campañas militares que los reyes egipcios realizaban, así como la conquista de regiones vecinas, principalmente de Nubia. Sin embargo, esto fue posible sólo en el período de la XII dinastía, cuando los reyes egipcios, unificando definitivamente Egipto, pudieron movilizar importantes recursos para conquistar sólidamente toda Nubia. [39] FANTECHI, S., Los '3mw en los documentos egipcios del Reino Medio, en REE 4 (1993), PREDE, Buenos Aires, p. 137.[40] LIVERANI, M., Prestige and Interest. International Relations in the Near East ca. 1600-1100 B.C., Padova, Sargon SRL, 1990. Publicación UBA Nº 70, 1996.[41] REDFORD, op.cit., 1975, p.79; KEMP, B., op.cit., 1992, pp. 190 ss.[42] HAYES, W., A papyrus of the Late Middle Kingdom in the Brooklyn Museum (Papyrus Brooklyn Nr. 35.1446, 1955).[43] FANTECHI, op.cit., 1993, p.140; KEMP, op.cit., 1992, pp. 199-200.[44] HAYES, op.cit., 1955, p.108.[45] Por ejemplo el relato bíblico del Génesis, la historia de José, un semita que logra posicionarse en la administración estatal. Esta historia, que es una variante del cuento egipcio "Los dos hermanos" no tiene validez histórica, pero el ambiente en que sucede esta historia, corresponde a la situación que nos dan a conocer los textos egipcios, y pueden ser considerados utilizables.[46] GARDINER, A.-PEET, T. and CERNY, J., The inscriptions of Sinaí, II, 1955, pp. 101ss.; KEMP, op.cit., 1985, p.182); WALTERS, C., El Antiguo Egipto, en COTTERELL, A., Historia de las civilizaciones antiguas, Ed. Crítica, Barcelona, 1985, p.50.[47] BIETAK, M., Egypt and Canaan during the Middle Bronze Age, en BASOR 281 (1991), p. 51-52.[48] Fines del Reino Medio o comienzos del Segundo Período Intermedio, época de la dominación hicsa.[49] 'Amu es traducido como asiático (BIETAK, op.cit., 1991).[50] FANTECHI, op.cit., 1993, p.145; KEMP, op.cit., 1985, p.183.[51] 'IBADA AL-NABI, op.cit., 1991, pp.191-192.[52] BRESCIANI, op.cit., 1991, p.250.[53] REDFORD, op.cit., 1995, p. 79.[54] LICHTHEIM, op.cit., 1975, pp. 222-235.[55] La naturaleza militar de la frontera noreste es explícita en la mención de las "Murallas del Príncipe". Respecto de la expresión "murallas", puede hacer referencia a: 1) un fuerte solitario en el extremo oriental del Wadi el-Tumilat; 2) una serie de fuertes a lo largo del istmo de Suez; 3) una muralla o una pared, quizás en conjunción con una serie de fuertes (SHEA, W., A date for the Recently Discovered Eastern Canal of Egypt, en BASOR 226, 1977, pp. 32-38). No se ha encontrado evidencia arqueológica de alguna pared o fuerte fechable en el Reino Medio, pero el descubrimiento de un canal en el área plantea la cuestión acerca de su construcción por Amenemhat I (Durante la ocupación del Sinaí por Israel en 1967, geólogos israelíes integraron un proyecto cuyo objetivo era el reconocimiento de la estructura geológica del norte del Sinaí- SNEH, A., WEISSBROD, T. y PERATH, I., Evidence for an Ancient Egyptian Frontier Canal, en American Scientist, Vol. 63, 1975, pp. 542-548); HOFFMEIER, J., Further Investigation of the Ancient Egyptian Eastern Frontier Canal: North Sinaí 1994-1995, en EYRE Ch., Abstracts of papers-7th. International Congress of Egyptologists, Oxbow Books, Oxford, 1995, pp. 85-86. Shea (op.cit., p. 37) afirma que Amenemhat I construyó una muralla y no un fuerte o una serie de fuertes, que fue completada en el período de su muerte. Si las "Murallas de los Gobernantes" de Amenemhat I fue realmente un muro, puede estar conectado con el canal que se aconsejó excavar a Merikara ("...Un canal fortificado, llenado -half filled- con agua, sería una posición defensiva ideal, fácilmente transitable por tropas y unidades móviles sobre balsas o botes pequeños patrullando a lo largo del canal...".WARD, op.cit.).[56] LICHTHEIM, op.cit., 1975.
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Bibliografía utilizada
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Abreviaturas AJA American Journal of Archaelogy, Norwoodd BASOR Bulletin of the American Society of Oriental Research, New Haven. CAH The Cambridge Ancient History, 3a. ed.IEJ Israel Exploration Journal, Jerusalem.JEA Journal of Egyptian Archaeology, Londres.JESHO Journal of the Social History of the Orient, Leiden.JNES Journal of the Near Eastern Studies, Chicago.Or. An. Oriens Antiquus, Roma.Or. Suec. Orientalia Suecana, Uppsala.REE Revista de Estudios de Egiptología, Buenos Aires.RIHAO Revista del Instituto de Historia Antigua Oriental, Buenos Aires.
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